Se dice que la mayoría de Piscianos son almas viejas y que escogen nacer con el Sol en este signo del zodiaco para pagar sus últimos karmas ayudando con su sentido compasivo a quienes lo rodeen. Está relacionado con Neptuno, el planeta de la enfermedad, el engaño y las lágrimas. Es por esto que los piscianos tienen tal nivel de empatía que se vinculan fácilmente con el dolor ajeno haciéndolo casi suyo. La energía de Piscis trasciende el plano físico, ellos ven el alma de las personas; es por esto que muchas veces no les importa el aspecto físico de alguien para sentir amor o deseo. Buscan o encuentran conexiones espirituales o psíquicas que difícilmente su entorno pueda entender, por lo que muchas veces se generan críticas alrededor de las relaciones sentimentales que establecen.
Son una esponja psíquica, capaces de escuchar con tal atención que a veces se mimetizan con el pensamiento de la persona que tiene al frente perdiendo, por momentos, objetividad y análisis en su apreciación. De cualquier modo, absorben la energía del otro aliviando, en el proceso, cualquier pesar emocional sin pensar si les afecta o no. Esto lo harán al margen de lo que dicte su voluntad pues además, tienen fuertes problemas para negarse a algo y decir no.
Como son de elemento Agua tienden a sentirlo todo y sumado a la regencia de Júpiter que expande cualquier energía, los piscis son de sobrevalorar en exceso cualquier muestra de afecto que sobre caiga en ellos. Si se les aprecia con afecto, abrazos o palabras de amor lo valorarán tanto que se volverán incondicionales. La frase de Piscis es “Yo creo” y a veces es casi literal, pues creen en todo lo que pueden percibir con sus sentimientos, sea realidad o no. Esto los lleva a la mayoría de decepciones que tienen en el amor.
La carta del Tarot que se le asignó al signo se llama El Colgado. Una de las claves de este arcano es la sumisión. Y es así como este signo vive el amor, sirviendo, brindando y entregando más que recibiendo. La mayoría de ellos no espera una forma de amar donde lo recíproco sea lo correcto; mientras la otra parte esté dispuesta a recibir todas las olas de emoción que brotan de su alma será feliz entregándose hasta el cansancio. Por otro lado, la sumisión puede teñirse de sometimiento haciéndolos víctimas de malos amores que soportan bastante bien, pues no hay signo más sacrificado que Piscis.
Aquí, el planeta Venus encuentra su exaltación. Los piscis necesitan verse bien. En su mayoría siguen patrones de moda. Tienen buen gusto para vestir y conocen muy bien la simetría de colores. Venus también los hace sensuales y muy sexuales. Si Escorpio se ganó el título del más sexual es porque guardan deseos por mucho tiempo, los reprimen hasta que no soportan y los vuelcan totalmente en una sola persona para luego pasar a retiro. Los piscis no, ellos realmente desean amar y vivir su sexualidad a cada instante. Piensan en amor, desean el amor y sentirse deseados. Se les eriza la piel con facilidad si la persona que les atrae los roza casualmente. Viven el amor con más intensidad que cualquiera. Tienen menos inhibiciones en el terreno sexual que los Escorpio. Todo aquel que ha estado con un Piscis puede dar fe de eso.
En la mitología, Júpiter está relacionado con Zeus, el dios que vivió innumerables romances. Lo que puede darles cierta tendencia a vivir varios amores en la vida. A nadar por distintos mares. Esto del mar, lleva a la mayoría a escapar de las fronteras. A veces huyen de toda relación que puede parecer una cárcel fría. Tienen la necesidad de idealizar y además, una gran facilidad de escurrirse sin que nadie se de cuenta. Todo esto puede resultar confuso y es verdad, a los Piscis no se les entiende. Parecen, por momentos, ocultar cosas y mostrase contradictorios.
De igual forma, aman con mucha intensidad, con una profundidad que ningún otro signo puede llegar a entender. Mezclan el alma en todo, llegan a traspasar el corazón y muchas veces, pueden mirar en los ojos de la pareja al propio Creador o a su creación más perfecta cuando en realidad, estén al costado de un ser despreciable y abusivo.
