TRÁNSITO PLANETARIO

LA ASTROLOGÍA EN LOS TIEMPOS DEL CORONAVIRUS

Desde hace unos días, hemos sido secuestrados por el guion de una película. Una de esas taquilleras que mezclan el suspenso y el terror.  El cine americano siempre ha puesto a la Tierra vulnerable a todo tipo de ataques alienígenas, monstruos gigantescos o fenómenos naturales de grandes magnitudes que reducen la existencia humana a casi nada. La destrucción de nuestra especie es un recurso constante en la industria cinematográfica; pero lo que estamos viviendo actualmente, confinados en nuestros hogares, atemorizados por el contagio de un virus mortal y pandémico, pareciera que fuese la trama perfecta que escapó de la imaginación de cualquier productor de cine para deslizarse como serpiente venenosa por nuestras vidas y convertirse en una terrible y virulenta realidad.

El Coronavirus nos ha explotado en la cara. Su silenciosa amenaza ha saltado de continente en continente para recordarnos lo vulnerables que somos. Mientras el cielo de Lima se libera del smog y nos muestra un sol radiante, la noche nos ha caído en el alma; el temor nos acecha, la cantidad de enfermos aumenta y, aquí en nuestro país se van cobrando las primeras víctimas mortales.

¿Es posible que realmente estemos en un guion? El guionista mayor (El Padre) se dedica a llenarnos de experiencias donde a veces somos protagonistas y otras cumplimos papeles secundarios. Los guiones existen y los experimentamos. La vida sí resulta una película y el cielo escribe la trama. La hace intensa, la lleva a límites, propone crisis, soluciones y así, la existencia humana ha vivido la comedia y la tragedia. Para saber el guion miremos el cielo y las estrellas, pues la Astrología es el tintero y nosotros el papel.

En astrología hay planetas maléficos y benéficos. Antiguamente, antes del descubrimiento de Urano, Neptuno y Plutón (considerados maléficos, también) el gran maléfico era Saturno. Actualmente, los interesados en la psico astrología intentan ver en él un gran maestro que enseña a través de pruebas, pero eso es falso, a Saturno le encanta poner límites, generar miseria, muerte y sufrimiento. El segundo matarife que asoma la cara en estos días es Plutón, un planeta muy chiquito, pero al que le encanta atemorizar, genera alteraciones genéticas y muertes colectivas. Hagamos una parada hasta aquí y analicemos qué ha pasado con estos dos astros a inicios de este año.

El doce de enero pasado ambos planetas llegaron a la conjunción exacta, quiere decir, se juntaron en el cielo. A uno le nace la maldad (saturno) y al otro le encanta matar (Plutón). Uno rige a los ancianos (Saturno) y el otro los sube en la barca de Caronte, para que llevados por las aguas del río Aqueronte, sean conducidos a las tierras del inframundo (Plutón). Los dos hacen mucho daño y cuando se juntan se inicia un reloj (que los Mayas llamaron Katún) que cuenta un tiempo de muerte y destrucción. El Katún de Saturno y Plutón dura 37 años. Es así, no hay otra, es lo que estamos viviendo.

Un personaje más aparece en escena: Júpiter. El gigante gaseoso, de aparente influencia benéfica, llega a la conjunción con Plutón cada 13 años, generando un reloj relacionado con muertes masivas. Recordemos que Júpiter encuentra caída en el signo de Capricornio, aquí está bajo las órdenes de Saturno y por lo tanto la expansión que genera no será, en primera instancia, positiva. Plutón es la muerte y Júpiter la expansión. La primera idea que se nos cruza por la cabeza es la expansión de algo mortal, recordemos que Júpiter está relacionado con las fronteras extranjeras pero también los momentos donde algo cobra magnitud, ensanchamiento, expansión, sea para bien o para mal (en este caso lo último podría tener más sentido al encontrarse en los dominios de Saturno). En este año, la primera conjunción entre ambos cuerpos planetarios se dará el 9 de abril. El 25 de junio se formará la segunda conjunción para luego repetirla por última vez el 15 de noviembre. El encuentro eclíptico entre ambos cuerpos planetarios, lamentablemente de mal pronóstico, será como una lluvia gris que caerá sobre el mundo. Cabe recordar, que Júpiter tiene relación con los clérigos, los divos o los muy famosos. La cercanía de Plutón podría traer tristes noticias sobre el fallecimiento de importantes y célebres personajes.

La comunidad astrológica esperaba con muchas ansias este año. Se especulaba mucho sobre cómo podría incidir todas estas conjunciones, junto con otros Katúns que también se activarán en los próximos meses. Mucho se especulaba sobre una tercera guerra mundial, muertes colectivas y fallecimiento de importantes personajes. En realidad, se esperaban cosas malas, pero como la astrología siempre sorprende y nos presenta cosas que sobrepasan lo imaginado: vino un virus a amenazar a la humanidad.

Lo curioso es que es en Capricornio y cerca a este primer par planetario (Saturno y Plutón) se encuentra el Nodo Sur. Los Nodos (Norte y Sur) son puntos virtuales que están relacionados con la intersección entre las eclípticas de la Luna y la Tierra. Pues bien, sin marearnos tanto, el Nodo Sur es maléfico. En libros antiguos de astrología árabe, al Nodo sur se lo relaciona con las enfermedades, las heridas, el pus, las hernias, los encierros (estamos encerrados) y los virus. También se dice que el Nodo Sur abre las puertas de la hechicería y la magia negra. Es verdad, en casi todas las cartas astrales de astrólogos o médiums famosos existe una relación entre Mercurio, o un decanato de Mercurio y el Nodo Sur.

Regresemos a lo nuestro, Saturno conjuntaba con Plutón muy cerca del Nodo Sur. Aquí es cuestión de pensar como cocinero y deducir qué sabor tendría el guiso que contenga estos tres condimentos. Ahora que hemos hablado un poquito de cada uno, ya podemos darnos una idea a qué sabe la mezcla o, mejor dicho, qué desgracia estarían anunciando.

Plutón es la genética y la muerte; el Nodo Sur, los virus y Saturno, la gente mayor, los encierros, la carencia, la miseria y la desgracia en el sentido más lato de la palabra. Si, es verdad, suena terrorífico, pero es lo que hay, es la forma en cómo se manifestó. La conjunción de los mismos planetas en el año de 1915 abrió un reloj del terror que se extendió hasta 1947 y dentro de él albergaron acontecimientos tales como la bomba de Hiroshima y el ataque a Pearl Harbor.

La misma conjunción siempre habla de países nacionalistas, con tendencias ideológicas basadas en la raza o en grupos dominantes. Y mira tú, ahí vemos a China parir el coronavirus, en poco tiempo, y al margen de las lamentables pérdidas, logró mitigar los contagios y en paralelo, cuando el tema se volvió pandémico, nos manda a todos a nuestras casas y empieza a detenerse la economía mundial (Saturno es la pobreza), salta China, nuevamente, comprando acciones extranjeras por un sencillo. Ahí tenemos otra manifestación de la triada del terror: Plutón, Saturno y el Nodo Sur. Recordemos que esta conjunción se da en Capricornio, signo de Tierra, vinculado al poder material. Saturno ahora, está caminando al signo de Acuario, me da temor pensar en que este signo rige el Aire y Saturno, recién liberado de los brazos de Plutón, eyacule ideas contaminantes en otras potencias para crear nuevos virus que usen al aire que respiramos como elemento de ataque.

Al respecto y por el momento, no tengo nada más que agregar. Lo único sí, es que esta conjunción astrológica superó las cincuenta astrodinas. Esto es como si le hubiera dado una fiebre muy alta al planeta. Si llegando a 30 astrodinas, se dice, las cosas ya no vuelven a ser como antes, imagínate llegar a cincuenta. La humanidad entera se siente incómoda y solo queda refugiarse. Así estamos, somos testigos de un cambio en la historia. Las cosas nunca más volverán a ser como antes. Esperemos que este giro en nuestras vidas, a la larga, sea para bien. Y para ayudar con este propósito, quédate en casa.

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