TRÁNSITO PLANETARIO

El signo de Géminis y la carta de Los amantes

Tradicionalmente a Géminis se le asocia con la comunicación y esta cualidad la comparte con la carta del Tarot llamada Los amantes. En la versión del Marsella, una de las más antiguas, encontramos una escena donde interactúan varios personajes (Géminis está asociado a la multiplicación y el intercambio). Un joven enamorado se encuentra en una encrucijada pues debe decidir entre dos mujeres, ambas representan polaridades dentro de lo femenino. Por encima de ellos, aletea cupido rodeado de un sol multicolor. La mujer rubia representa lo venusino de la experiencia amorosa, el deseo que une a dos personas y las lleva a la experiencia del amor. El cuerpo del joven enamorado se inclina a ella mientras que su cabeza la dirige a la otra mujer. El personaje de su derecha no es atractivo como la joven doncella, pero porta una corona dorada y vestidos más elegantes remarcando su rango, poder y clase social. Aquí, el personaje central debe de tomar una decisión entre el amor de una adolescente (que implicaría cuidarla y por lo tanto, madurar) o la castración de un femenino sobreprotector (aquí los autores discrepan si la mujer mayor representa la madre, la sabiduría y los estudios o bien una amante madura que gracias a su poder adquisitivo tiene la capacidad de darle la vida cómoda que la joven no podría ofrecerle).

Aquí llegamos a una primera idea del signo, la tendencia a caer en constantes encrucijadas. La decisión es algo que les cuesta a los géminis pues siempre están mirando los pros y contras de todo, cayendo en una constante indecisión.

Si miramos barajas modernas como el Rider, podemos observar a Adán y Eva en medio del Edén, por encima de ellos la figura del Arcángel Raphael bendiciendo la unión de los opuestos. Aquí, Adán representa la autoconciencia y Eva al subconsciente, ambas polaridades de la conciencia forman una triada perfecta junto con la supra conciencia (Raphael). Géminis tiene la necesidad de unir sus contrarios, sus luces y sombras, lo negado y aceptado de su personalidad para integrarse armoniosamente formando así un ser más completo. La mente de géminis es capaz de dividirlo todo, ver lo bueno y malo de cada situación. Esta separación y necesidad de discriminar algo para poder elegir es uno de los conceptos que también están implícitos en esta carta.

Los personajes parecen dialogar y es porque Géminis necesita conversar, intercambiar información, le gusta que le sugieran ideas para debatirlas con las suyas, a veces no paran de hablar. En ambas versiones encontramos figuras aladas, remarcando la ligereza, rapidez, volatilidad y movimiento que hay tanto en la carta como en este signo del zodiaco. Géminis necesita estar moviéndose, asistir a una reunión para luego ir a otra y establecer contacto con todo tipo de gente.

Esta carta representa la idea de intercambio y en estos terrenos es donde vamos a encontrar a la mayoría de géminis. Sea en lo intelectual o en los negocios siempre habrá un géminis intentando convencer a su interlocutor que su idea o su oferta es más interesante que la de cualquiera.

Tanto el Arcángel del Tarot Rider como el joven enamorado del Marsella están en el medio de otras figuras, como si tuvieran el papel de conciliadores. Esta es otra máxima de Géminis, su capacidad de ponerse en el medio y hacer que ideas o personas en conflicto encuentren un punto de equilibrio y lleguen a un acuerdo.

En el Marsella, si observamos la cara del joven enamorado y la posición de su cuerpo, vemos que se mantiene expectante entre ambas mujeres, no pierde de vista ninguna. Aquí encontramos otra idea de la energía de Géminis, la tendencia a abarcar dos o mas cosas al mismo tiempo. Les cuesta dedicarse solamente a un objetivo, esto puede llevarlos a ser un tanto dispersos. Implícita esta la idea de curiosidad, los géminis necesitan saciar su sed por el conocimiento, siempre desean  saber más, averiguar, curiosear, etc.

Esta carta tiene que ver con la información al igual que géminis, pero es posible que este signo a veces no logre la profundidad necesaria por su tendencia a multiplicar sus intereses. Si logra controlar su natural dispersión podrá conectar con principios de gran sabiduría (Sagitario, signo opuesto a géminis).

Cupido del Tarot de Marsella y el Arcángel del Tarot Rider tienen relación con Mercurio, este planeta tiene varios procesos de retrogradación en el año. Retrogradar es igual a retroceder y Géminis, normalmente, se detiene en medio del camino para evaluar si conviene avanzar o cambiar de dirección. Siempre están dando pasos para atrás para cuestionarse lo avanzado y decidir si deben continuar el camino o no.

Y así, el cielo, las cartas del Tarot y la influencia astrológica tejen hilos que van creando el sendero de nuestro destino.

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